Que mi señor esposo tenga tal predilección por la CROQUETA no sé si le vendrá metido en su ADN o bien le trae recuerdos de aquella época en las que su abuela Vicenta se las preparaba. El caso es que le he preguntado qué le ve a la croqueta que no le ve a otro alimento y se encoge de hombros y calla, pero veo en sus ojos que la adora.
El caso es que yo no soy muy fan de ellas, me aburren un poco, pero aún así me he animado y he preparado unas croquetas de pollo y queso con las que hemos disfrutado toda la familia. Si las prefieres de pescado te dejo por aquí otra receta por si quieres animarte también a hacerlas.
Como en casa no freímos las hago en el horno, más abajo os explico tiempo y temperatura para que queden crujientes por fuera y jugosas por dentro.
INGREDIENTES
- 100 gr de pan integral seco
- 100 gr de queso Cheddar
- 1 huevo
- 250 gr de pechuga de pollo
- 100 gr de champiñones
- Sal, orégano y albahaca
PREPARACIÓN
Para hacer las croquetas de pollo y queso lo primero que tenemos que hacer es coger 50 gr de pan rallado y mezclarlo con una cucharadita de sal, una cucharadita de orégano y una cucharadita de albahaca. Reservamos.
A continuación incorporamos en el vaso de un procesador de alimentos 100 gr de queso Cheddar, 100 gr de bacon y 100 gr de champiñones y trituramos bien hasta que quede una masa uniforme. Añadimos a la mezcla de pan rallado y especias que tenemos reservada.
Por último hemos de formar croquetas, rebozarlas con los 50 gr de pan rallado que tenemos reservados y con 1 huevo previamente batido (lo ponemos en dos platos diferentes, primero pasamos por el pan y después por el huevo)
Ya sólo queda hornear a 180º durante 20 minutos. Y tenemos unas croquetazas listas. Siempre podemos duplicar cantidades y congelar sin problema.
Si las vamos a congelar las sacaremos el día antes del congelador y meteremos en la nevera para que no se rompa la cadena de frío. Y antes de comerlas las podemos calentar 5 minutos en el horno porque al microondas se van a quedar más blandas.