Una forma muy cómoda de tener ensalada «casi» preparada es tenerlo todo dispuesto en tuppers y utilizar lo que en cada momento nos apetezca. En este caso tenemos:
- Lechuga lavada, escurrida y secada con papel de cocina o trapo limpio.
- Tomates cherrys, listos para consumir
- Remolacha cocida
- Colinabo pelado
- Huevos cocidos
Para que la lechuga dure días sin ponerse mustia, tras lavarla, cortarla y secarla muy bien la ponemos en un recipiente en cuya base ponemos papel de cocina, la lechuga encima (si es mucha se puede intercalar otro papel de cocina) y por último otro papel de cocina.
De esta manera nos aseguramos de que el exceso de humedad lo absorverá el papel. Lo mejor es cambiarlo cada día o cada 2.
Lo demás es simplemente tener preparados los ingredienes que queremos utlizar. En este caso hemos cocido huevos y remolacha, y hemos lavado y pelado un colinabo, ¿los habéis probado alguna vez? Están súper ricos, son muy crujientes y sabrosones.
Ya sólo falta montar la ensalada cuando vayamos a consumirla, aliñarla y listo. Así no da pereza comer verde, ¿verdad?